Gaztelugatxe

Rocas erosionadas,areniscas y duras calizas de arrecife, si, hablamos de la costa vizcaína, en especial de Gaztelugatxe, nuestro próximo destino. Un islote unido al continente por un rústico puente, y el acceso a la ermita se realiza tras la subida de los 241 peldaños de una escalinata. La subida se hace muy amena ya que las vistas son espectaculares y la magia del lugar hace que cada peldaño sea más ligero, la brisa del cantábrico nos tatúa una sonrisa en la cara y el sonido del mar es la mejor de nuestras conversaciones.

Como podéis observar, es mi escapada preferida. Para completar un fin de semana por la zona recomiendo alojarse en el camping de Portuondo, instalaciones muy bien conservadas con servicios de barbacoas gratuitos que facilitan nuestra estancia «low cost», la piscina hace que los días de calor sean más amenos ya que en la playa de mundaka es complicado tener sitio o estar tranquilos a demás de que el acceso a perros está prohibido. Desde el bar tenemos una espléndida vista al atardecer, donde la ría empieza a desaparecer dejando el camino de los barcos visible. Os dejo el enlace donde tenéis toda la información del camping (http://www.campingportuondo.com/).

A lado tenemos Mundaka, podemos ir andando desde el camping aunque el paseo es al lado de la carretera, podemos disfrutar de el juego tan curioso que hace el mar y la ría. Hay un sitio que no es muy conocido donde puedes acceder con tu mascota. Entre el camping y mundaka, a mano derecha hay unas pequeñas escaleras escondidas entre la vegetación, ahí hay un recoveco donde disfrutaremos del mar, no cubre mucho así que los pequeños y nuestros animales disfrutarán al máximo.  En mundaka puedes coger el barco que te lleva a la otra parte de la ría y al atardecer puedes pasear por la húmedas arenas que hace un momento ha dejado visible la marea. Esta curiosidad natural, la bajada de la marea tan marcada, es lo que hace tan atractiva la zona.

En la foto podemos ver varias imágenes que pertenecen a Bermeo, imposible no pasar un día en el pueblo. Un puerto precioso, por el que pasear hasta el espigón, degustar sus pinchos en las terrazas cercanas al puerto, pasear por las callejillas con escaleras estrechas, las esculturas de los antiguos personajes del pueblo mirando el mar.