Ganas de una aventura, de perderte en la naturaleza, de sentirse lejos de la civilización (aunque no sea tan cierto) ganas de sentirse parte del Sella. De formar parte del habitat de la truchas con las que te cruzas en el recorrido, el martín pescador que continuamente se cruza en tu camino. De las vera del rio, de los robles y hayas que forman un manto verde que te ciega con el reflejo del agua
Una aventura sencilla de hora y media (si quieres puedes alargarla hasta 4h.), emocionante y sobre todo, para toda la familia (incluso nuestro perro). Nunca antes había montado en kayak y la verdad que gracias a que el río no cubre más de la cintura, el nivel es fácil, durante el recorrido nos encontramos con niños y sobretodo, nosotros íbamos con un Yorkshire, aún así la empresa te proporciona un chaleco salvavidas.
Nos alojamos en pechón y a menos de una hora, adentrándonos y dejando la costa cantábria atrás, nos dirigimos hacia Cangas de Onís, antes de llegar encontramos inumerables empresas de kayak para realizar el descenso pero, dejad que os haga una recomendación K2 (20€ por persona), lo podemos encontrar antes de llegar a Cangas de Onís.
K2 ¿Porqué elegirlos a ellos entre todos? En primer lugar porque gracias a que es de las que más se adentra en el río, podemos disfrutar de un par de rápidos que no se encuentran más adelante. En segundo lugar, la aglomeración de canoas se produce en la parte baja así que con K2 puedes aprovechar de un momento de desconexión y contacto con la naturaleza excepcional. Y en tercer y último lugar, el trato,servicio (te remontan una parte del río si consideras que es complicada para ti) y sobre todo que en ningún momento se opusieron a llevar nuestra mascota, es más, nos animaron a ello y después de terminar vinieron a por nosotros y la perrita para devolvernos a nuestro coche.
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